Uno de los mayores retos de nuestro tiempo es descarbonizar la industria pesada. Las tecnologías "Power-to-X" (PtX) y, en particular, el uso de hidrógeno verde, se perfilan como una solución clave. A continuación resumimos cómo esta tecnología está transformando sectores como el químico y el siderúrgico.
1. Del poder al producto: Conceptos básicos
PtX es un término que engloba las tecnologías para convertir la electricidad procedente de energías renovables en vectores energéticos químicos o materias primas. El hidrógeno verde se produce en su nivel básico por electrólisis, en la que la electricidad renovable se aplica para dividir el agua en hidrógeno y oxígeno. Esto proporciona una base industrial libre de CO₂. Las dos principales tecnologías de electrólisis son: La electrólisis alcalina, una tecnología más madura y barata pero menos flexible a la hora de manejar aportaciones variables de energía; y la electrólisis PEM, una tecnología más cara pero muy dinámica, ideal para emparejarla con fuentes intermitentes de energía renovable como el viento y el sol.
2. Descarbonización de la industria química
El sector químico, concretamente la fabricación de amoníaco para fertilizantes, es un gran consumidor de hidrógeno. El proceso tradicional Haber-Bosch es extremadamente intensivo en CO₂. Sustituyendo el hidrógeno de origen fósil por hidrógeno verde, el sector puede reducir considerablemente sus emisiones. Empresas como BASF y thyssenkrupp ya están elaborando planes para adaptar y optimizar este proceso al hidrógeno verde, haciéndolo así más sostenible y versátil.
3. Producción ecológica de acero
La siderurgia es otra fuente importante de CO₂, ya que tradicionalmente depende del carbón y el coque como agente reductor en los altos hornos. La alternativa es el hierro de reducción directa (DRI), una tecnología que utiliza hidrógeno en lugar de carbón. Este cambio elimina las emisiones de CO₂ en origen, ya que la reacción libera agua en lugar de CO₂. Líderes del sector como ArcelorMittal están invirtiendo miles de millones de dólares en plantas de DRI a gran escala para sustituir sus altos hornos alimentados con combustibles fósiles, lo que demuestra que la tecnología está lista para su implantación industrial.
4. Retos y perspectivas
A pesar de la preparación tecnológica, hay enormes retos por delante. Los mayores obstáculos son el elevado coste del hidrógeno verde, la falta de infraestructuras para una red de conducciones de hidrógeno y la necesidad de un suministro masivo, continuo y de bajo coste de electricidad renovable para satisfacer el enorme apetito. Para superar estos obstáculos, los gobiernos están poniendo en marcha mecanismos como los Contratos de Carbono por Diferencia, con el fin de compensar el mayor coste para la industria y ofrecer seguridad a la inversión.
El paso al hidrógeno ecológico en la industria pesada es un maratón, no un sprint. La tecnología ya está aquí y los proyectos avanzan de la fase piloto a la implantación a gran escala. Ahora se trata de aumentar la producción y crear la infraestructura necesaria para liberar todo su potencial.
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